POR DIOS. Estoy hecha un desastre. Tengo muchas cosas que hacer, poco tiempo y pocas ganas. Como empiezan los exámenes de fines de trimestre tengo muchas cosas que estudiar...
PERO SINCERAMENTE, PREFERIRÍA ESTAR DURMIENDO.
Qué más da, si no estudio, desapruebo y... mejor me voy a estudiar.
La mayoría de los chicos (por no decir todos) hoy día, prácticamente no estudian. Yo sí lo hago. Tal vez sea mi falta de interacción social, pero YO QUIERO SER ALGUIEN. El día de mañana, todas esas personas, todos esos adolescentes que viven de acomodados, se arrepentirán de no haber valorado lo que tenían. Yo lo valoro.
Tengo una educación medianamente satisfactoria en una escuela de buen nivel que a mis padres cuesta pagar.
Tengo un padre que trabaja, se preocupa y está siempre que lo necesito.
Tengo una madre que me quiere, me cuida y me daría cualquier cosa que quisiera si eso me hace feliz.
Tengo una hermana en la que puedo confiar con creces y una confidente.
Tengo una casa pequeña, pero no por eso menos importante. Tengo mi propia habitación.
Tengo una familia maravillosa, que cuenta con primos amorosos, tíos buenísimos y los mejores abuelos del mundo.
Tengo un talento, tal vez le falta pulirse, pero lo tengo.
Y LO ÚNICO QUE SE ME PIDE A CAMBIO, ES QUE ESTUDIE Y AYUDE EN LA CASA.
No sé que pensarán los demás, pero yo creo que es incluso un negocio injusto. Tengo más cosas de las que doy, y aun así tengo el tupé de ir a plantear quejas por ahí.
Pero cuando me quejo (que no voy a mentir, lo hago) no es porque no lo esté valorando. ES MI ESPÍRITU DE ADOLESCENTE REBELDE QUE ME SUPERA. Pero mentalmente y de corazón, estoy agradecida.
Ahora mismo, me siento culpable.
Volviendo a lo del desorden, bueno, creo que ahora mismo me voy a estudiar... SE LO DEBO A LA VIDA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario